¿Embalamos el corazón?

Ilustración de Olga Pavlova
Lo fácil sería irse de una, tal cual. Con el corazón lleno y la maleta hueca, con lo esencial. De la mano de los míos, como familia nómada que somos.
Llevo días embalando todo lo prescindible que vamos acumulando día tras día. Al final el cansancio puede conmigo y mi sentido práctico  me ha permitido deshacerme de cuánto no uso o no me es necesario hoy. Se acabó el esto me recuerda a, esto lo llevaba cuando y esto lo guardo porque me lo regaló tal, estas piedras las cogimos en no sé que playa y con estos zapatos subí el Everest.
No puedo, no quiero meter mi vida en cajas, mis recuerdos están al rojo vivo en mi tórax.

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