Valdepeñas

Me dejo el color de tu tierra roja, me dejo tus campos amarillos de trigo cuando invitan
a bailar amapolas, me dejo un inmenso mar, verde, de cepas orgullosas. Me dejo
tu frío invierno y el sol de verano que aprieta tu suelo.

 

Ya no bajaré la calle
mediodía y veré a tus gentes y oleré tus labrantíos. Dejo mi hogar, el cerezo de mi
jardín. De regalo me llevo tu fuerza, tu recuerdo, me llevo la infancia de mis
hijas. Yo te dejo todo mi amor y mi infinita gratitud.
Fotografía de Diana Olmedilla

Quizás también te interese leer

Sin comentarios

Deja tu comentario