Fotografía de Jackie Rueda |
Una semana. Una semana llevo ya
corriendo, bueno trotando suave. Vale, corriendo 3 minutos y caminando 10. Y ni
se te ocurra bajarme la autoestima porque la tengo por las nubes. Hasta esta
mañana, por lo menos. Me he levantado temprano y he dejado dormidos a los míos
y a los del resto del vecindario y allá que me calzo mis deportivas y me pongo
una banda en el pelo por si por casualidad empiezo hoy a sudar.
corriendo, bueno trotando suave. Vale, corriendo 3 minutos y caminando 10. Y ni
se te ocurra bajarme la autoestima porque la tengo por las nubes. Hasta esta
mañana, por lo menos. Me he levantado temprano y he dejado dormidos a los míos
y a los del resto del vecindario y allá que me calzo mis deportivas y me pongo
una banda en el pelo por si por casualidad empiezo hoy a sudar.
Qué sensación de libertad correr
bordeando el mar y con mi spotify en su versión ejercicio/running. Lo voy a
conseguir, me voy diciendo. De aquí a final de año corro la maratón de A
Coruña, aunque llegue la última. Si lo que yo os diga, soy más optimista que
Alegría, la protagonista de Del Revés. He dejado a Wilson a dos patas sobre la
cancela mirándome incomprensivo y a mi vecino el gato de ojos color “miedo te
voy a dar” encaramado al pilar contiguo, altanero como siempre sin interés por
saber si hoy tomaba rumbo a la derecha o a la izquierda. Qué bien, voy pensando
cuando ya voy por la última secuencia de mis corre y anda (hago seis). No me he
despeinado todavía, pero llevo el corazón acelerado y la garganta irritada y me
tiemblan las piernas y…. me cruzo con una de mis nuevas vecinas, estupenda
ella, que debió sacar matrícula en gimnasia en el insti y que viene de correr,
empapada. No nos paramos, mantenemos el trote suave y nos saludamos.
bordeando el mar y con mi spotify en su versión ejercicio/running. Lo voy a
conseguir, me voy diciendo. De aquí a final de año corro la maratón de A
Coruña, aunque llegue la última. Si lo que yo os diga, soy más optimista que
Alegría, la protagonista de Del Revés. He dejado a Wilson a dos patas sobre la
cancela mirándome incomprensivo y a mi vecino el gato de ojos color “miedo te
voy a dar” encaramado al pilar contiguo, altanero como siempre sin interés por
saber si hoy tomaba rumbo a la derecha o a la izquierda. Qué bien, voy pensando
cuando ya voy por la última secuencia de mis corre y anda (hago seis). No me he
despeinado todavía, pero llevo el corazón acelerado y la garganta irritada y me
tiemblan las piernas y…. me cruzo con una de mis nuevas vecinas, estupenda
ella, que debió sacar matrícula en gimnasia en el insti y que viene de correr,
empapada. No nos paramos, mantenemos el trote suave y nos saludamos.
“Hola, qué bien
que también corres”, me dice amablemente. “Cuando quieras salimos juntas”.
que también corres”, me dice amablemente. “Cuando quieras salimos juntas”.
“Claro”, respondo
yo con una sonrisa de oreja a oreja a punto de desfallecer y manteniendo el
tipo.
yo con una sonrisa de oreja a oreja a punto de desfallecer y manteniendo el
tipo.
“Genial, sugiere mi vecina, pues
te timbro un día de estos y vamos hasta el faro (está a unos 5 km de mi casa),
desde allí las vistas son preciosas”.
te timbro un día de estos y vamos hasta el faro (está a unos 5 km de mi casa),
desde allí las vistas son preciosas”.
Ellina Ellis ilustración |
Y va y me sorprendo a mí misma
diciéndole, “cuando tú quieras” y subimos juntas hasta casa y me despido que no
veo el momento de abrir la puerta. Wilson me recibe a lametazos y me araña las
rodillas desnudas y me tiro al suelo con él. Voy a tener que buscar otra vez en
la red algo así como entrenamiento acelerado. ¿Cómo se me ocurre?
diciéndole, “cuando tú quieras” y subimos juntas hasta casa y me despido que no
veo el momento de abrir la puerta. Wilson me recibe a lametazos y me araña las
rodillas desnudas y me tiro al suelo con él. Voy a tener que buscar otra vez en
la red algo así como entrenamiento acelerado. ¿Cómo se me ocurre?
1 Comentario
Fernando Luis Sabido
julio 19, 2015 de 3:50 pmPor que tú lo vales 🙂