El patio de mi cole no es particular

Nathalie Jomard
El otro día fui al médico. Nada, una ligera infección. Me recetó un antibiótico que se toma en dos días. Aproveché y visité a mi amiga Marta, la farmacéutica, que se alegró mucho de verme y en seguida quiso saber cómo llevaba la adaptación. Ni siquiera sé decirte el nombre de lo que me tomé y obvio que no me leí el prospecto. Me lo dijo mi médico y yo acaté instrucciones.
Hoy he ido a la reunión general de la clase de una de mis hijas. El patio de mi nuevo cole no es más ni menos particular que el anterior. Sigue habiendo más madres que padres en las reuniones, unas más reaccionarias que otras, todas igual de preocupadas. Aquí también me sigue sorprendiendo que se cuestione tanto al profesor. » Que si tienen o no tienen que copiar el enunciado» » que si mi hijo no hará los deberes si considero que son demasiados» » que si quieren que lea que lo haga en el cole porque en casa no hay tiempo». Yo calladita. Por un momento me han entrado ganas de abrazar a la tutora de mi hija pequeña. Pero ¡vamos a ver!, respetamos al médico, nos paramos con el gesto del policia y hasta hacemos pacientes la cola en la carnicería y¿ no somos capaces de respetar al profesor ? . La reunión se ha desarrollado en gallego, » eu entendín algo» (voy entendiendo un poco) y he conocido a otros padres en mi situación. Curiosamente somos los foráneos los más receptivos y abiertos a que nuestros hijos aprendan otra lengua que por cierto tiene un acento precioso y cantarín que ya resuena, muy de fondo, en mis niñas. Pues eso, que nosotros los padres nos dediquemos a educar en casa y dejemos a los profesionales formar y enseñar que para eso están.

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