La palabra melancolía puede sonar dramática, pero a veces es la más ajustada. Es cuando te sientes a la vez un poco feliz y un poco triste. […]
…es lo que muchas personas sienten el último día de instituto, imagino, o cuando ves a tus hijos subirse al autobús escolar por primera vez…
Echaba de menos el otoño. De las cuatro, es sin dudarlo mi estación preferida. Me mantiene recogida, abrigada, al calor de los que amo. Quizás por eso me ha gustado tanto leer Canciones de amor a quemarropa, de Nickolas Butler (Libros del Asteroide). Cada una de sus páginas rumorea la nostalgia de ir creciendo. Cuánto hay de nosotros en nuestros amigos de toda la vida, en nuestros padres, en nuestro hogar, el cielo que respirábamos, el primer amor o ese sueño que anhelábamos. Cómo de importantes son las personas, lugares, olores y hasta las canciones que han sido testigos de tu vida. Y después… ¿Podemos llegar a sentirnos alguna vez de verdad en casa?
Canciones de amor a quemarropa es un libro con tintes autobiográficos sobre un grupo de amigos en un pequeño pueblo de Wisconsin. No aspira a ser una novela generacional, sino el guión de quienes construyen sus sueños sin renunciar al hogar. Una novela coral, narrada a cinco voces, un inmejorable debut literario para Nickolas Butler. No hay nada más honesto y sincero que una primera novela. Aunque sea para abordar un clásico, las cosas que importan: el amor, la amistad, el poder de la música y la belleza de la naturaleza.
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